¿Alguna vez te has detenido a pensar en tu primera memoria sobre el dinero?
Quizás fue escuchar a tus padres discutir en la cocina sobre las facturas. Tal vez fue la frase "el dinero no crece en los árboles" repetida como un mantra cada vez que pedías algo. O quizás fue ver la alegría y el alivio en la cara de alguien al recibir su salario.
Para la mayoría de nosotros, nuestra relación con el dinero no comenzó cuando abrimos nuestra primera cuenta bancaria. Comenzó mucho antes. Se fue tejiendo con hilos invisibles, con conversaciones a medio escuchar, con gestos, con silencios.
Y ahí, en ese tejido, es donde se esconden nuestras cadenas.
🔗 Las Cadenas Invisibles que Limitan tu Abundancia
Llamamos a estas ideas "creencias limitantes". A mí me gusta llamarlas "ecos del pasado". Son pensamientos sobre el dinero que hemos repetido tantas veces que ahora suenan como nuestra propia voz, como una verdad absoluta.
Son el software invisible que corre en segundo plano, tomando decisiones financieras por nosotros.
- Es la razón por la que sientes un tirón de culpa al gastar dinero en ti mismo.
- Es lo que te frena a la hora de pedir ese merecido aumento.
- Es la voz que te susurra "mejor no arriesgarse" cuando sueñas con iniciar tu propio proyecto.
Estas creencias actúan como un termostato financiero. Puedes esforzarte, trabajar más duro, ganar un bono... pero si tu termostato interno está fijado en "escasez", inconscientemente harás lo que sea necesario para volver a esa temperatura familiar: autosabotaje, gastos impulsivos, oportunidades perdidas. ¿Te suena?
🔍 Reconoce los Ecos: ¿Alguno de estos te persigue?
Estas ideas son astutas y se disfrazan de "sentido común" o "realismo". Aquí tienes algunas de las más comunes:
- "Hay que trabajar hasta el agotamiento para merecer el dinero."
Este eco nos enseña que el dinero es sinónimo de sacrificio y sufrimiento. Nos hace sentir culpables por ganar dinero con facilidad o haciendo algo que amamos.
- "La gente con mucho dinero es codiciosa / mala / infeliz."
Un clásico. Para proteger nuestra identidad como "buenas personas", nuestro subconsciente evita activamente la riqueza.
- "Yo no soy bueno/a con el dinero."
Una profecía autocumplida. Si crees que eres un desastre financiero, tomarás decisiones que confirmen esa creencia una y otra vez.
- "No hay suficiente para todos."
Esta creencia nos pone en un estado de competencia y miedo. Acaparamos en lugar de invertir, y vemos el éxito de los demás como una amenaza para el nuestro.
El primer paso, y el más poderoso, para romper una cadena es simplemente verla. Darte cuenta de que está ahí. Entender que esa "verdad" que ha dictado tus decisiones no es más que un eco del pasado.
No eres tú. Es solo un programa. Y la buena noticia es que todo programa puede ser desinstalado.
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Quiero que sepas que no estás solo/a en esto. Todos cargamos con alguno de estos ecos. Para demostrarlo y empezar a quitarles poder, ¡vamos a sacarlos a la luz!
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¿Cuál es la creencia más loca, limitante o ridícula que has escuchado (o incluso pensado) sobre el dinero?
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Te espero allí. ¡Vamos a empezar a identificar esas cadenas para poder, finalmente, romperlas! 🌸
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